En el año 2003, el día 14 de mayo, nació William Soto, toda su familia lo esperaba con amor. El había nacido prematuro, con 7 meses y medio de gestación, por lo cual estuvo dos meses y medio en neonatología, sus papas siempre lo iban a visitar. Las enfermeras de la clínica, le dijeron: – ¡ Su hijo se la pasa dormitando!-
Y su madre preguntó:
– ¿No sabe cuándo le dan el alta?-
-Ahora hablo con el doctor- Dijo la enfermera
Llamaron al doctor, se acercó y dijo:
– Mañana se lo llevan a su pequeño-
-¿ En serio? ¡Qué agrado! -, dijeron sus padres emocionados.
Al día siguiente, fueron a buscar a su hijo, entraron a la clínica, lo retiraron con el alta médica, y partieron rumbo a su casa, toda la familia lo esperó con alegría y ansiedad.
Llegaron su padre con William, su abuelo lo alzó y se río. Porque al nacer prematuro era tan pequeño, como la palma de su mano. Pasaron aproximadamente 12 años, William había terminado sexto grado. Habían empezado sus vacaciones y comenzó a conocer lo que era ‘LA CALLE’, y allí cometió sus primeras travesuras. Empezó a fumar cigarrillos, tomar alcohol, lo tomaba todo como un juego y, en navidad, por primera vez, probo la marihuana todo a escondidas de sus padres.
Desde ese día que empezó con los vicios, no paró nunca más y cada vez, probo más cosas, de la marihuana, pasó a las píldoras, y por último, lo más detonante fue la cocaína. Como decía Spinetta la cocaína, ‘es una mujer blanca que se te tira encima y no la podes controlar’. Pasó el tiempo, y empezó a estar más flaco, no iba al colegio, pasaba todo el día en la calle, y no se daba cuenta que estaba perdiendo todo, por culpa de esos vicios.
Su madre se empezó a dar cuenta, pero como su padre consumía, no sabía cómo ponerle límites. Como sus padres trabajaban, lo llevaron a un psiquiatra, para ayudarlo a tratar ese vicio, que lo estaba haciendo poner violento e histérico. El psiquiatra le recetó risperidona de un mg, y levoprometazina de 25mg. William, iba una vez por semana al psiquiatra, para ayudarlo a tratar ese vicio, y para poder controlar su ira, charlaba siempre con él. Todo parecía ir mejorando, pero no era verdad, iba cada vez peor. Había pasado un mes y le robó a su madre las risperidona y se tomó 15. No le hizo ningún efecto ese día, pero al otro día le empezó a faltar el aire, lo llevaron a la clínica y resultó ser que se había intoxicado. Vino el médico y dijo:
-¿ Que consumió joven?-
William sin fuerzas respondió
-15 risperidona de un mg-
El doctor exclamó
– ¡Traigan lorazepam urgente! –
Mientras que, a William, se le tensaban los músculos. Trajeron una jeringa con lorazepam, lo inyectaron en el suero. A la media hora, por el efecto del lorazepam, los músculos se relajaron, se sintió mucho mejor.
Lo trasladaron a una habitación solo seguía con suero, estuvo tres días así, al segundo día, lo fue a visitar su novia y la amiga de su novia.
Su novia preocupada le dijo:
¿Qué te paso amor?
Y William dijo:
-Me intoxique con respidorona-
Su novia no entendía mucho de drogas.
Hablo con el médico y le explicó que había ingerido mucha cantidad de ese medicamento, que le hizo mal a su cuerpo, y que por eso estaba con suero.
Su novia se quedó toda la tarde con él, charlando y recordando las anécdotas que habían vivido juntos, pero al día siguiente, vino un psiquiatra y le dio una noticia que no le simpatizo mucho y era que tenia que ir a un hospital psiquiátrico, por unos 45 días, dependiendo de como evolucione su problema con las adicciones, y como funcione su problema de adicciones, y como funcione la medicación que le daban.
William acepto. Desde la clínica lo trasladaron al hospital psiquiátrico, donde comenzó a tratarse por las adicciones y su familia en ningún momento lo dejó solo, es más, lo fueron a visitar durante los 35 días que estuvo ahí, sin embargo, William nunca valoro nada, seguía con esas malas mañas de consumir y no hacer caso a los consejos que le daban, pero esta vez, era peor su consumo porque empezó a consumir rutinariamente con su padre y era todos los días.
Estaba días y días sin dormir, por culpa de la maldita cocaína.
Su novia enojada, había terminado la relación con William, A él, no le importo, solo seguía con sus vicios, y no se daba cuenta de que lo estaba perdiendo todo.
Al año de su separación, mediante una amiga, conoció a su novia actual, pero seguía teniendo esos vicios.
Aunque esta vez, pensaba en querer cambiar por su novia. William nunca se va a olvidar esa fecha 08-10-19; fue cuando cambio todo y se recluyó por segunda vez, esta vez fue por decisión propia.
Allí estuvo 45 días y todos esos días, lo acompaño su novia y su familia. Salió con el alta, su compañero había salido de estar preso hace un año y cuatro meses, lo fue a visitar y volvió a robar con él. Llegaron las fiestas, y William contento, porque había salido todo bien, tenía plata y a su familia.
William siguió como si nada y, cada vez robaba más y más. Hasta que en junio salió de la cárcel su otro compañero, y se pusieron en complot los tres para generar plata. Por semana cometían dos robos, sin darse cuenta del daño que hacían, pero seguían igual; se sumó uno más, eran cuatro, William, Daniel, Juan y Adrián.
Todas las semanas, se juntaban dos veces para ir a robar, hasta que el nueve de agosto encanó Daniel. Siguieron robando igual, pasaron dos semanas y el día veintidós de agosto, cayó preso William, Juan y Adrián en un allanamiento.
William fue trasladado a un instituto de menores en la plata, donde se encuentra cumpliendo su condena, tratando de corregir sus errores del pasado.
Ahí aprendió a coser, soldar, cortar pasto y trabaja en un vivero, también se dio cuenta que no existen sus amigos, ni compañeros, que solamente está su familia y su incondicional novia.
Hoy en día, se encuentra desintoxicado de todas las drogas, y con ganas de salir adelante.
Recién empezó a descubrirse así mismo, después de tantos años con el cerebro atrofiado, por esos vicios.
Tiene otros intereses, como leer, querer trabajar y recuperar a su familia que tanto ama y extraña.
Fin.
(Basado en la vida real)

Responder